La fascinación del hippie por las drogas y por lo oculto, a pesar de sus pretensiones liberadoras, es en realidad una esclavización internalizada. Tratando compulsivamente de sentirse bien dentro y a pesar de las condiciones dominantes, acaba defendiéndose de la “sensación de alienación” intentando hacerla desaparecer, o al menos reducirla a un punto tolerable. Como el jubilado aburrido que dedica su tiempo a hobbies, el hippie trata su malestar “ocupando su cabeza en algo”. Rechaza el trabajo y el ocio de sus padres, pero sólo para volver a ellos a su manera. Trabaja en cosas “con sentido” para “compañías hip” en las que los empleados constituyen una “familia”, en granjas de subsistencia y en trabajo temporal. Creyéndose un artesano primitivo, desarrolla su función idealizando la Artesanía. La ideología ligada a su ocupación pseudo-primitiva (o pseudo-feudal) disimula su carácter pequeño-burgués. Sus intereses, como la comida orgánica, producen negocios florecientes. Pero los propietarios no se ven a sí mismos como vulgares comerciantes, porque ellos “creen en su producto”. El camino al banco está hecho de buenas vibraciones.
El ocio doméstico del hippie es igualmente prosaico. Creyendo rechazar el rol de estudiante, se convierte en estudiante de larga duración. Las universidades libres son ambigús donde se sirven los platos más metafísicos y banales. Dentro de sus límites ideológicos, el apetito del hippie es ilimitado. Lee el I-Ching. Aprende a meditar. Cultiva un huerto. Adquiere un nuevo instrumento. Pinta, hace velas y panes cocidos al horno. Su energía es insaciable, pero se disipa toda. Cada cosa que hace es en sí misma irreprochable por trivial: lo que es ridículo son las ilusiones que construye alrededor de estas actividades. Para él, la actividad más banal es la más divina. En realidad, en la ciudad o en el campo, sus ocupaciones equivalen a una diversión inmensa de creatividad, a una pasividad ocupada, que empieza a resolver para el espectáculo avanzado el problema de colonizar el “tiempo libre” que hace posible.